domingo, 8 de febrero de 2015

Calabacín laminado con atún

¡Buenos días!

Ayer la señorita @mrsexception me sugirió hacer en el blog una sección para estudiantes universitarios o personas que se independizan y no tienen mucha idea de cocinar.

En realidad las recetas de este blog no son nada complicadas, pero entiendo que quizá no tenéis mucho tiempo o ganas de hacer cosas elaboradas.

Así que voy a intentar ayudar un poco.












La receta de hoy es tan fácil que da risa. Yo la hice para cenar porque sacia pero no te cae como un ladrillo en el estómago (y es sana).


Ingredientes (para 1 persona)

  • 1 calabacín mediano
  • 1 lata de atún
  • especias: ajo, perejil, pimienta negra, pimentón dulce

  • 1 aguacate
  • 3 o 4 tostadas (yo usé pan tostado integral)
  • sal
  • mermelada/mantequilla de cacahuete (OPCIONAL)


Preparación

Precalentamos el horno a 190ºC durante al menos 15 minutos.

Lavamos bien el calabacín, lo cortamos por la mitad (o en tres partes si es muy largo) y lo laminamos. Las láminas no tienen que ser muy gruesas pero tampoco tan finas que se rompan al pincharlas con el tenedor.

Las ponemos en una bandeja cubierta de papel de horno y espolvoreamos especias por encima. Yo puse ajo, perejil, pimienta negra, pimentón dulce y un poco de sal, pero varía según lo que tengáis en casa y los sabores que prefiráis. Si no habéis experimentado mucho con las especias probad a poner sólo sal, perejil y ajo.

Encima de las láminas de calabacín repartimos una lata de atún previamente escurrida. Después añadimos un poquito de aceite (¡no os paséis!) y al horno.

Unos 10 minutos está bien, aunque yo los dejé un poco más.



Mientras se hace el calabacín, pelamos y deshuesamos un aguacate.

Si no lo habéis hecho nunca, os explico: dividís por la mitad el aguacate a lo largo, y cuando llegamos al hueso lo rodeamos sin cortarlo. Cuando demos una vuelta completa al hueso dejamos el cuchillo, giramos las dos partes del aguacate alrededor del hueso y las separamos sin problemas. Después quitamos la piel y laminamos en trozos más o menos gruesos.

Os dejo este vídeo por si no se me entiende bien.

Repartimos el aguacate troceado en las tostadas (a mí me dio para 4, pero depende del tamaño del pan) y espolvoreamos un poquito de sal.

Aunque si no habéis probado nunca el aguacate os recomiendo que tengáis a mano un poco de mermelada o incluso mantequilla de cacahuete. Lo hace un poco menos sano, pero más dulzón.


¡Y listo!


Sacamos el calabacín laminado del horno, que a estas alturas olerá a gloria (bendito atún), y disfrutamos de una excelente y sana comida.




Esta receta está muy bien porque es sencilla y rápida y no se necesitan muchos ingredientes. Es más, yo lo hice con las sobras de la semana porque no me quedaba otra cosa para cenar.

¡Que lo disfrutéis! (:







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